El autor orienta su investigación hacia la dimensión jurídica del Santo Oficio, un ámbito menos explorado, más acorde con nuestra especialización y, en definitiva, perfectamente adecuado para analizar un organismo que, al fin y al cabo, fue concebido y creado con la finalidad de administrar justicia en el que los juristas y teólogos europeos del Antiguo Régimen consideraron el más grave de los delitos. El lector puede advertir en los distintos títulos que el libro ofrece cómo aparece siempre ese denominador común: la preocupación por mostrar las actividades de la Inquisición desde el punto de vista jurídico. A todos los recorre, como un leitmotiv, el examen de las fuentes normativas y de su aplica-ción en la vida diaria (las Instrucciones y Cartas Acordadas, la costumbre y las sen-tencias, elementos convergentes en la formación del llamado estilo judicial del Santo Oficio). Y la utilización exhaustiva de la doctrina de los tratadistas que las interpreta y las desarrolla, un género de obras excluidas del comercio, de circulación restringida para el exclusivo uso de inquisidores y oficiales del secreto, producidas por autores de sólida formación jurídica que, avezados en la práctica procesal penal de sus tribunales, vierten enseñanzas, razonamientos y consejos, y aportan sus experiencias para instruir a los colegas menos expertos en el modo de arrostrar las dificultades y las dudas con que puedan tropezar en el ejercicio cotidiano de su función. El análisis de estas reflexiones, expresadas con la franqueza que les propor-cionaba la tranquilidad de saber que sólo ojos autorizados tendrían acceso a ellas, permite a quien las examina penetrar en los arcanos de la institución. E instalado de este modo en las interioridades mismas del secreto, el autor dispone de las claves a partir de las cuales le es posible comprender (y explicar), desde las autorizadas consideraciones que la elite de los ministros del tribunal pone a su alcance, el cómo y el porqué de las directrices que presidieron el funcionamiento del Santo Oficio.ÍndicePrólogo. Apuntes sobre la jurisdicción del Santo Oficio. Antonio de Sousa y el Derecho inquisitorial. La Costumbre en el Derecho de la Inquisición. Aproximación al Derecho penal de la Inquisición. Las circunstancias atenuantes de la responsabilidad criminal en la doctrina jurídica de la Inquisición. El delito de bigamia y la Inquisición española. El procedimiento judicial en los Tribunales del Santo Oficio. Reflexiones sobre el estilo judicial de la Inquisición española. Consideraciones sobre el secreto del proceso inquisitorial. A propósito del estilo judicial de la Inquisición de México. Libros venenosos (Sobre los principios doctrinales de la censura inquisitorial) Inquisición y censura en el Barroco español. Sobre la censura literaria en el siglo XVII: Cervantes, Quevedo y la Inquisición. Censura política e Inquisición: La Historia Pontifical de Gonzalo de Illescas. Periodismo satírico e Inquisición: la Abeja Española. El Arte vigilado (Censura estética de la Inquisición en el siglo XVIII) La Inquisición de Sevilla y la Masonería en el siglo XVIII. Un caso de Inquisición: Los Carnavales de Tobarra de 1640. Las tribulaciones de un afrancesado en la Murcia del Setecientos (Proceso inquisitorial de Don José Ibarrola: 17991803) El abogado Vilajoana y la Inquisición de Barcelona. De brujas, hechiceras, nigromantes y curanderos. Desvaríos de la carne y sordidez del convento: de frailes solicitantes.