Intenta despertar los dogmas de la Iglesia sobre Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, acercándose a ellos con la unción del Espíritu Santo y a la luz de la exigencias y la problemática de la teología actual. El autor ha seguido el camino del dogma cristiano, que no es sólo el camino más seguro, sino también el más bello y el más rico en nuevas potencialidades.