Dado que ciertas tendencias positivistas consideran que la ritualidad es la respuesta de las antiguas sociedades tradicionales ante la angustia provocada por la ausencia de conocimientos científicos, tal afirmación lleva a la conclusión de que en las sociedades científicas y tecnológicas no debería existir la ansiedad. Pero lo cierto es que es precisamente en el mundo moderno y altamente industrializado donde los índices de ansiedad y depresión son más altos. Por tanto, ¿no llegaríamos a una conclusión inversa?; si la sociedad actual vive, hoy más que nunca, atenazada por la agitación psíquica y mental ¿no será porque ha menospreciado o se ha visto privada de ciertos instrumentos rituales que tradicionalmente han servido para aliviar tales tensiones? ¿No implica todo esto que, de alguna manera, las sociedades modernas no pueden sobrevivir sin ciertos niveles de ritualidad? De ser así ¿no tendría entonces el estudio y conocimiento de la ritualidad pasada y presente un efecto pedagógico terapéutico? Pues bien, estos y otros problemas, fueron objeto de análisis y debate por parte de más de 30 expertos. Como