Los domingos no son en todos los países y en algunas culturas, un día festivo. Pero hay muchas personas que siendo una día señalado de la semana lo desaprovechan. Lo más grave es que pasan los años, el interés disminuye y la indiferencia o el hastío a este día incluso aumentan. La dependencia a otras actividades diarias o la propia adicción al trabajo son causas determinantes, perdiéndose la energía y a la vez avanzando trastornos anímicos. Despertándose de mal humor, baja moral y llegando a ser un día basura sin aliciente alguno.