Entre las obras médicas recopiladoras y refundidoras de las antiguas griegas y árabes que circulaban durante la Edad Media en toda Europa Occidental, sobresale el llamado Lilio de medicina,escrito en latín por Bernardo de Gordonio, pero inmediatamente traducido a las diferentes lenguas románicas. En versión castellana fue de uso obligado a lo largo de varias centurias y de ella se conservan diferentes manuscritos y ediciones, entre las cuales la versión que hoy publicamos es la maás completa. Su disposición sigue fielmente la de los tratados árabes. Está dividida en dos partes: la primera, consagrada a las enfermedades en general; la segunda, a las particulares que acontencen en las diversas zonas anatómicas, siguiendo un orden riguroso que va desde la cabeza hasta los pies.