Uno de los protagonistas más importantes de la Historia Contemporánea de este país es sin duda la Institución Militar. Característica básica que nos ha motivado para analizar -como principal elemento de nuestro estudio- el fenómeno reformista al que se verán sometidas las Fuerzas Armadas a partir del otoño de 1976, tras la elección del general Manuel Gutiérrez Mellado como Vicepresidente para Asuntos de la Defensa en sustitución del dimisionario teniente general Fernando de Santiago Díaz-Mendívil. Nuestro estudio intentará aportar una visión profunda sobre los objetivos y el alcance de uno de los procesos de transformación de las FAS más extenso y considerable realizado hasta el momento, que ha tenido una especial incidencia tanto en el seno de éstas como en la consolidación de la democracia en nuestro país, debiendo ser considerada como base inestimable para la proyección y realización de la nueva etapa reformadora dirigida por la administración socialista. Hemos elegido el año 1974 como momento inicial de nuestro estudio por la existencia de unos acontecimientos conectados con dos personajes que proyectaron en su vida profesional las bases teóricas claros precedentes del trabajo reformador abordado a finales de 1976 por Gutiérrez Mellado. Exactamente nos referimos al espíritu reformador -profesional y humanista- de los generales Luis Pinilla y Manuel Díez-Alegría. Nuestra reflexión finalizará una vez que el gobierno socialista se haga con los mandos de la Administración Estatal en el último mes de 1982. La llegada de Narcís Serra al Ministerio de Defensa significó un nueva período reformista desde unas posiciones cívico-políticas reforzadas (la imagen del Ejército quedó cuestionada tras lo hechos acaecidos el 23-F y el enorme respaldo electoral del PSOE en las elecciones generales de 1982 fueron dos factores que fortalecieron la capacidad de acción del nuevo gobierno) y, con una resistencia militar –ya fuera a nivel institucional o personal- prácticamente inexistente. Por tanto, los objetivos de la reforma militar iniciada en 1977 se podían estructurar de la siguiente manera:  Objetivo General. Planteado a largo plazo, se trataría del fin último de la obra de Gutiérrez Mellado y su grupo. Consistiría en lograr la aceptación, adaptación, e integración de los miembros de la Institución Militar al nuevo marco político democrático, así como la progresiva identificación de éstos como entes integrados y participantes en una sociedad de la que emanan las esencias democráticas.  Objetivos Específicos. Planteados a corto y medio plazo , definen los distintos ámbitos militares -económicos, estructurales, organizativos, sociales, competenciales, etc. Por tanto, uno de los aspectos más interesantes que se plantean es lograr que el militar se vea ligado al Estado democrático -en construcción- por dos conductos: 1. A través de la integración como miembros de una sociedad poseedora de la soberanía democrática. 2. Como miembro de la Administración Militar, es decir, como "funcionario".