Ofrece la obra del Doctor Mediavilla el valor de situar a su lector ante la vida de un profesional de la medicina ejerciendo el quehacer que enfrenta al más duro y apasionante reto del enfermar humano, el que suscitan las dolencias que despersonalizan al hombre, obligándole a ser ¨otro¨; también nos permite conocer, rehaciendo su experiencia personal, a un docente, el profesor Villamil, que fue (situémonos en las décadas que anteceden y siguen a las fechas cruciales de la contienda civil) representante posiblemente único en España, y a atestiguarlo acude su tratado de psicopatología general, de una tendencia ideológica en la psiquiatría hispana que sólo tuvo un precedente ilustre, el profesor Emilio Mira, y fue desatendida por la psiquiatría ¨oficial¨, atenta a la tradición neurológica, al magisterio de Bumke y a la más inmediata influencia cajaliana.