El origen de laquimioterapia no lo encontramos en el mundo de la medicina. El primer fármaco quimioterápicoempleado para el tratamiento del cáncer no era previamente unfármaco, sino un arma bélica. El gas mostaza comenzó a usarse como arma químicadurante la Primera Guerra Mundial, extendiéndose aún más su uso durante laSegunda Guerra Mundial. Durante una operación militar de la Segunda Guerra Mundial,un grupo de soldados estuvieron expuestos al gas mostaza, posteriormente se descubrióque estas personas, a consecuencia dela exposición, tenían un número muy bajo de glóbulos bancos. A raíz de estehallazgo, los médicos de la época llegaron a la conclusión de que si el gasmostaza dañaba los glóbulos bancos, células de crecimiento muy rápido, podríantener un efecto similar en las células cancerígenas. En base a esto, en ladécada de los cuarenta, varios pacientes diagnosticados de leucemia sesometieron a un tratamiento con gas mostaza, con la salvedad de que laadministración no se realizo por vía inhalatoria, sino intravenosa, evitando así el efecto irritantede esta sustancia. La mejora de los pacientes fue rápida y notable, aunque esosí, solo temporal. Aun así, esta experiencia abrió la puerta a múltiplesinvestigaciones dirigidas a buscar otras sustancias con efectos similares sobrelas células cancerígenas, llegando hasta el momento evolutivo actual.