Este libro, pionero de los estudios sobre la influencia de los grandes cambios sociales y políticos en las relaciones laborales, examina la historia del conflicto industrial y de las organizaciones de los trabajadores en Francia desde la Monarquía de Julio hasta los sucesos de mayo de 1968. Los autores sitúan las huelgas en el contexto de la vida y la historia francesa, insistiendo en la fuerza configuradora del conflicto social.