Clima y meteorología son dos conceptos que suelen manejarse entrelazados, frecuentemente confundidos, y de los que podemos tener una definición en buena medida intuitiva. Asociamos el clima a la meteorología atmosférica, sin sospechar que el sistema climático, escenario donde se desarrolla el clima, es de tal complejidad que abarca el aire y los océanos, la superficie terrestre, la biosfera, los hielos y el sistema socioeconómico. Plantear las interrelaciones entre ellos es uno de los objetivos de El tiempo y el clima. A través de sus páginas, descubriremos que la homogeneidad, más que la variabilidad, define las series climáticas, aunque nos resistamos a reconocerlo, y sigamos pensando que aquello que caracteriza un clima son los valores meteorológicos extremos, como si concediésemos al tiempo una insaciable vocación de superarse. El tiempo y el clima nos introduce y guía por una visión de clima nueva, rigurosa y apasionante en la que el estudio de datos de origen científico que conforman las series climáticas se complementan con aportaciones indirectas, extraídas de ritos y costumbres sociales, en las que el autor indaga y extrae datos climáticos allí donde sólo aparecen actitudes colectivas aparentemente neutras. La obra, aportando toda suerte de instrumentos básicos, nos sumerge con precisión matemática y vocación pedagógica (a menudo humanista), en los pormenores climáticos de pueblos y pequeñas ciudades concretas de nuestro país, para sorprendernos a continuación con los grandes fenómenos globales como El Niño y sus relaciones con nuestra percepción del clima.