Beato de Liébana, que vivió en Cantabria durante la segunda mitad del siglo VIII, se sitúa culturamente como tendiendo un puente entre los Padres y célebres escritores de la España visigoda y el renaciente mundo cultural de la Francia carolingia. Beato es el autor del famoso Comentario al Apocalipsis, uno de los libros más leídos en los ambientes monacales de la Edad Media, cuando se presagiaba próximo al fin del mundo, y del que se hicieron, dentro de una peculiar tradición artística, preciosas copias miniadas, que reciben el nombre de «beatos». Como teólogo, mantuvo una tensa polémica con el metropolita de Toledo, Elipando, sobre lo que se llamó herejía adopcionista. Testigo de aquélla es su obra conocida con el nombre de Apologético, que tuvo repercusiones no sólo en España, sino en la corte de Carlomagno, ya que el famoso teólogo Alcuino se puso del lado de Beato. Nuestro escritor lebaniego es el promotor del culto a Santiago en el naciente Reino de Asturias, y el primero que considera al Apóstol patrono de España. A Beato se atribuye también la composición del bello Himno a Santiago, que figurará, a partir de entonces, en la liturgia mozárabe del día de su fiesta. Hasta ahora, nunca habían sido publicadas en su conjunto las obras de Beato. Más aún, ni siquiera cada una de ellas se encontraba a disposición del lector en ediciones fácilmente accesibles al público, pese al hecho de que el Comentario al Apocalipsis ha sido objeto de varias y costosísimas ediciones facsímiles. La BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS, cons- ciente de esta lamentable laguna en la bibliografía histórica y teológica, ha decidido publicar en un solo volumen las obras completas de Beato de Liébana, con un texto latino fiable y una buena versión castellana con introducción y notas, acompañada de reproducciones en color de las ilustraciones de uno de sus más preciados códices, el llamado «Beato» de Fernando I, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. La BAC espera que esta edición sea una adecuada respuesta al interés suscitado actualmente en muchos ambientes intelectuales, ahora que nos hallamos en las postrimerías de este segundo milenio, por la extraña y fascinante obra de este autor.