El día 23 de marzo de 1491 salía a la luz en Venecia una recopilación de libros de diversos autores y épocas de la mano del humanista burgalés Andrés Gutiérrez de Cerezo (c. 1459-1503), discípulo de Nebrija en Salamanca hacia 1479. El volumen, intitulado Libri minores (Libros menores), reunía una colección de textos bien conocidos en la época: los Dísticos de Catón, De contemptu mundi, las Fábulas de Esopo, un Floretus, y el Liber quinque clavium sapientiae. La edición se convirtió pronto en un best seller editorial, y el propio Nebrija acabaría interviniendo como editor. Marco A. Gutiérrez ofrece un estudio del contexto en el que surgen estos libros, así como la edición crítica y traducción de estos interesantes textos, considerados menores en una doble vertiente: de un lado, propedéutica, pues permitían acceder a los maiores auctores; de otro, escolar, pues eran los utilizados por los estudiantes más jóvenes (ob minores pueros), si bien también formaban parte del currículo