¿Qué son esas luces que se mueven en el cielo nocturno? ¿O somos nosotros los que nos movemos? Si vemos salir y ponerse el sol todos los días, ¿por qué decimos que es la Tierra la que gira? Y la luna, ¿qué cara tiene? ¿Se puede “leer” el cielo basado en las sombras del sol y en el movimiento de las estrellas y los planetas? Para conocer este cielito lindo no hacen falta supertelescopios ni computadoras, ni siquiera anteojos. Elsa Rosenvasser Feher nos enseña a mirar hacia arriba, a seguir los astros noche tras noche o, con cuidado, a recorrer el cielo diurno subidos al carro del sol. En el camino, viajamos junto a Pitágoras, con Ptolomeo, con Copérnico, con Galileo Galilei. ¿Quién no querría viajar con semejante compañía? ¿Quién no miró hacia arriba y se sintió parte de ese cielo que da vueltas? Porque todavía se mueve, y porque también es parte de nuestro camino, a este cielo se lo recorre subidos a la ciencia. Y mirando para arriba.