La adolescencia es una etapa complicada, tanto para los adolescentes como para quienes «los sufren». Una gran mayoría de padres con hijos adolescentes en casa se quejan de lo mismo: falta de comunicación. Y quizá ahí reside gran parte del error. Los adolescentes están diciendo muchas cosas, el problema es que no sabemos interpretar correctamente lo que comunican con su mirada, sus expresiones faciales, su postura, sus gestos, su voz o incluso la ropa que visten. Este libro, apoyándose siempre en casos y ejemplos concretos, aporta las claves para aprender a «leer» lo que los adolescentes expresan a través de estos y otros canales no verbales, facilitando de este modo la comprensión y el entendimiento mutuo.