«Desde la Edad Media a la actualidad hay un rasgo que define la naturaleza del Estado español: se trata de un Estado creado y sostenido por los vencedores de las guerras, afectado por lo que se puede llamar el «síndrome Trastámara»; es decir; un Estado que, lejos de ser un ente neutral por encima de los intereses de parte, se ha sostenido en base a las mercedes concedidas a los triunfadores de cada conflicto bélico. (
) Ese «síndrome» abarca mucho más que el período medieval plagado de guerras civiles y dinásticas de las que toma su nombre; lo encontramos presente en los siglos xvi al xviii cuando la defensa del «honor» de los reyes espolea la construcción de un modelo estatal militarizado;»