En este ensayo sucinto y cargado de significado se reflexiona sobre un Mundo, no disuelto en el nihilismo cáncer de Occidente sino dispensador de espacios y tiempos a través del hombre. El Mundo como Vacío, donde se construyen precarios lugares habitables, ajustando tradiciones a necesidades, e integrando procesos inventivos en un esquema global de asignación de puestos.