Estamos en la segunda mitad del siglo IV d.C., en un imperio romano en franca decadencia, con la corrupción instalada en todos los órganos de la administración y la política imperial. La historia narra la vida de Mélete, la protagonista, desde los 7 a los 26 años. Había nacido en Atenas. Su madre falleció durante el parto y su padre era un prestigioso comerciante de la ciudad. Acosados por el corrupto poder, huyen hacia Tarraco, en Hispania, donde esperan encontrarse con el tío de Mélete. El viaje será mucho más complicado de lo que esperaban, padeciendo diversas vicisitudes, siempre acosados por los largos tentáculos del poder. Llegan finalmente a Graccurris (Alfaro), donde se asientan, pero no hay ningún lugar seguro. Cuando menos lo esperas, las poderosas garras del águila imperial aparecen y amenazan con segar tu existencia.