Maulina Schmitt se construye un reino de repuesto, una maultrópoli. Cultiva hierbas, va a clases de sopa con Ludmila Lewandowski y Rolf, la silla de ruedas, se queda en paro, pero esa por desgracia no es una buena noticia… De pronto, en Mauldavia vuelve a vivir una familia completa, en el reino roto la vida irrumpe chillona (el padre de Maulina se ha casado y ha tenido gemelos). Maulina no puede esperar más la llegada de posibles milagros, tiene que aprender a hacer magia, porque es lo único que puede ayudar ya. Pero ¿cómo y dónde se aprende eso? Por lo menos el negocio marcha: el proyecto de los helados «Circo en boca» despega y se consolida. El General para Queso, Paul y sus amigos colaboran con ganas; ya les gustaría que todo fuera tan fácil