Hay jueces en Berlín es un caso de leyenda, no solo por lo borroso de su relato, sino también por el significado mítico que se le atribuye como primer exponente de la sujeción del poder al control de los tribunales. Se explica así su gran difusión en la moderna cultura jurídica occidental, a uno y otro lado del Atlántico, que presenta el control judicial del poder como un logro y una seña de su identidad. En contraste con otros casos, sin duda más transcendentes en el curso de la historia, en los que se enjuicia a reyes derrotados, "jueces en Berlín" tiene como parte a un rey absolutista en la plenitud de su poder. Eso le otorga su mítica aureola, pero agranda también la dureza del golpe al dejar la fábula y toparse con la realidad del caso y del control judicial del poder. Como todos los cuentos, demasiado bonito para ser verdad.