Lo que pretende la Teología Moral, como cualquier otra disciplina práctica, es la búsqueda de unos criterios orientadores así como la fundamentación de unas actitudes en el obrar ordinario o extraordinario con que la vida nos enfrenta cotidianamente, en medio de las más variadas y hasta irrepetibles circunstancias personales y sociales que a cada cual le toca vivir.La Teología Moral, la Moral evangélica, posee los suficientes criterios orientadores para un recto obrar humano en el momento crítico actual. Tal brújula es más necesaria, si cabe, en estos años "desorientados", y a ella nos remite el concilio Vaticano II.Lograr la síntesis de esos principios con las circunstancias concretas es la tarea obligada hoy, como lo ha sido siempre. Y es lo que intenta este libro, tratando de descubrir las actitudes, para que, en un segundo paso, cada cual aporte sus propias circunstancias haga su particular síntesis y camine fundamentalmente orientado.