1912. Montes de Toledo. Doña Sonsoles Santullana y Quevedo, marquesa de Serrenía, invita, con motivo de la celebración de su 55 cumpleaños, a sus mas íntimos amigos a pasar el fin de semana con ella en su imponente villa campestre. Todo transcurría placidamente entre divertidas jornadas de caza, frugales picnics bajo los árboles alcohol y puros, hasta que, Teodoro, el octogenario mayordomo de la mansión, advierte a doña Sonsoles de la desaparición del valiosísimo abanico de esta, regalo de su fallecido padre, y de un valor económico y sentimental incalculable. Desde ese momento todo el mundo pasará a ser sospechoso, tratando doña Sonsoles, con la inestimable ayuda de su fiel Teodoro, de dar con el paradero de su abanico, sin presagiar la polvareda que su investigación iba a levantar, y consiguiendo, de paso, abanicar los trapos sucios de todos los asistentes. Divertidísima comedia con notas detectivescas, que nos propone, entre hilarantes situaciones, un viaje a lo mas profundo de la condición humana.