La termodinámica es la más empírica de todas las ciencias exactas. No se quiere decir con ello que se trate de una mera masa de hechos coordinados mantenidos juntos por su validez observacional: en realidad, la estructura de sistemas, observables y estados, se halla impresa con extraordinaria firmeza sobre la termodinámica y, el avance de esta ciencia es debido a una atención muy meticulosa a estos elementos metódicos. Su carácter empírico procede del hecho de que versa sobre una amplia clase de sistemas cuyas leyes, o principios, no son idénticas en detalle ni derivables de ninguna fuente común, sino que es preciso acomodarlas a las observaciones. La termodinámica se relaciona con tantas cosas que, tal como se ha escrito, probablemente ninguna obra en un solo volumen puede exponer todos los conocimientos existentes de la materia.