Cuando el que fuera presidente de los Estados Unidos durante nueve años pierde la nominación a las elecciones presidenciales, decide emprender un viaje largamente aplazado a Sudamérica. Aprovechando la invitación de los gobiernos de Brasil y Argentina para dar unas conferencias, emprende rumbo Sur, y tras cumplir sus obligaciones se interna en las profundidades del continente y se une a un explorador y cartógrafo brasileño, Candido da Silva Rondón. Su objetivo es recorrer y cartografiar el río de la Duda (llamado en la actualidad río Roosevelt), cuyas fuentes habían sido descubiertas por el brasileño. Esta expedición, que se planteaba como un viaje de aventuras y caza (a la que era gran aficionado el norteamericano como había quedado patente en su viaje a África donde había cobrado más de 3000 piezas), se convierte en un viaje científico en condiciones muy penosas y que casi le cuesta la vida. Ediciones del Viento publica por primera vez en español este apasionante relato, conocidísimo en los Estados Unidos, donde el autor (que había sido galardonado con el premio Nobel de la paz en 1906) es uno de los presidentes más populares.Theodore Roosevelt (1858-1919) es uno de los más famosos presidentes norteamericanos. Su imagen es una de la cuatro talladas en la roca del Monte Rushmore (junto a Lincoln, Washington y Jefferson). Nacido en Nueva York de familia acomodada, una infancia asmática le facilitó una buena formación intelectual. Posteriormente se convertiría en un gran deportista. Se inició en la política muy joven, con un paréntesis en 1898 para combatir a los españoles en Cuba, al frente de los Rough Riders. Tras el asesinato de Mckinley lo sustituye, con 42 años, como presidente de los Estados Unidos. Entre sus logros está la finalización del Canal de Panamá y el fin de la guerra ruso-japonesa, por lo que le sería concedido el Premio Nobel de la Paz. Con un carácter muy viril y aventurero, recorrió África y las selvas del Brasil, donde contrajo una malaria que terminaría por deteriorar gravemente su salud, falleciendo a los cuatro años de su regreso. El Río de la Duda, tras este viaje, sería rebautizado como Río Roosevelt.