Se ha sostenido con frecuencia que el siglo XX ha sido «el siglo de la física», intentando acentuar la importancia de los avances experimentados esta cienda de la naturaleza durante ese período. Desde nuestra comprensión del Universo en su conjunto hasta las telecomunicaciones de alta velocidad que nos permiten transmitir información sobre negocios o entretenimiento, apenas algún ámbito de la actividad del hombre ha resultado ajeno al impacto de las ciencias físicas en los últimos años. Alrededor de la empresa científica se mueven ingentes recursos financieros y una no menos nutrida plantilla de profesionales que empujan las fronteras de lo desconocido más y más lejos cada día. Pero..., ¿sabemos a dónde nos dirigimos?