En 1511, el erudito Hernando del Castillo publicó la primera edición del Cancionero general, en el pueden encontrarse poemas de diversas épocas escritos por más de doscientos trovadores. Este estudio profundiza no sólo en el conocimiento de aquellos trovadores cuyos versos engalanan el cancionero general, sino también en el de las distintas cortes literarias hispánicas donde, bajo mecenazgos de varia índole, tuvo lugar el esplendor cultural que refleja la lírica cortés escogida por castillo, cuya proyección además continuó durante todo el renacimiento.