Sin perder el concepto fundamental de troncalidad, la Pediatría ha evolucionado hasta llegar a convertirse en una especialidad dotada de subespecialidades o áreas de capacitación específicas. Por ello, resulta necesario que la formación de los futuros pediatras se centre en una asistencia clínica supervisada y apoyada en materiales didácticos de fácil consulta y comprensión, y que aborde la patología pediátrica de una manera multidisciplinar y en sus diferentes grados de complejidad.