El flujo migratorio hacia España de miles de franceses de escasos recursos comienza en la Edad Media, alcanza su mayor intensidad en los s. XVI y XVII y se prolonga hasta la Guerra de la Independencia. Esta obra recorre distintos aspectos tratados a escala local o regional en torno a esta masa de inmigrantes. La geografía de la migración, tanto en origen como en destino, la mirada del país hacia el inmigrante y viceversa, las normas de la monarquía que incidían sobre los emigrantes y las dificultades que entrañaba su cumplimiento, el perfil sociolaboral de los inmigrantes y las vías hacia su integración son algunos de los aspectos tratados con amplitud en una investigación que abre amplias posibilidades para el futuro.