La imagen de Ernest Hemingway en la barrera, con boina y la mirada puesta en el ruedo, ha llegado a ser un tópico en el recuerdo colectivo del autor en España, aunque no es una fiel representación de lo que era para los españoles de esa época el norteamericano. Después de muchas décadas sin conocer la narrativa del Premio Nobel de 1954, los españoles empezaron a leer sus obras en los años cincuenta y los críticos y escritores a analizarla y valorarla. Sin olvidar su afición por los toros y su imagen popular, este libro documenta la recepción de la obra del norteamericano en la postguerra y revela las razones por las que Hemingway ocupa un lugar importante en la historia de la crítica y la creación literaria de la España de la segunda mitad del siglo xx.