Tras el éxito de las experiencias de 2011 y 2012, la Fundación quiere seguir significándose como puente y punto de encuentro para el diálogo entre las distintas sensibilidades y expresiones de la diversidad social, cultural, económica y nacional de la ciudadanía de Cataluña, España y Europa. Esto constituye una parte esencial del legado de Lluch y el objetivo central de los primeros doce años de recorrido de la Fundación: ayudar a la civilidad democrática. El Proyecto Diálogos, en su edición de 2013, se articuló en torno a dos ciclos, en Barcelona y Madrid, de reflexión dialogada sobre el futuro de Europa. El objetivo es contrastar e integrar el debate experto y ofrecer una reflexión pública por parte de personalidades que conjugan conocimiento e itinerarios complementarios. En este intercambio, la forma el diálogo comparte protagonismo y se convierte a su vez en el mensaje a transmitir.