Un boxeador fracasado se enfrenta al más difícil combate de su vida, el que marcará la diferencia entre la supervivencia y el hundimiento. En un velero que ha perdido su aparejo, los marineros, sin comida ni agua, irán poco a poco perdiendo sus últimos vestigios de humanidad hasta convertirse en animales salvajes. Un pobre trabajador chino en una plantación de algodón de los Mares del Sur va a conocer en carne propia la justicia de los blancos, la aplastante lógica de un mundo abusivo y despiadado en el que sólo existen amos y esclavos. Abandonados a la intemperie, los protagonistas de esta colección de relatos de Jack London saben que no pueden esperar la ayuda de los hombres ni de los dioses y que juegan una partida cuyas cartas están marcadas. Cuartuchos miserables en barrios obreros, fábricas en las que se trabaja de sol a sol, buques azotados como juguetes por invencibles temporales u hospitales en los que un enfermo sólo es un conejillo de indias son los escenarios habituales de estas desoladoras historias que tratan de la crueldad del hombre hacia el hombre. No faltan, sin embargo, cuentos sobre la naturaleza de las relaciones amorosas, como el que da título al volumen, e incluso alguna pieza de corte plenamente humorístico. Todos tienen en común la fuerza y la potencia expresiva característica de la obra de Jack London, con toda justicia, uno de los grandes clásicos de la literatura norteamericana del siglo XX.