Quien quiera hacerse discípulo de Jesús está llamado a seguirlo no solamente como un profeta, un predicador itinerante que hace milagros y atrae a las multitudes y que después, por desgracia, es arrestado y asesinado, sino como a aquel que pone libremente su vida bajo el signo de la pobreza, de la fragilidad, del deshonor recibido y acogido como parte del designio divino. Este es el itinerario de iniciación trazado por la Primera Carta de Pedro, que nos invita y anima a vivir en la libertad que procede de la fe. El cardenal Martini, biblista que goza de prestigio internacional, ha mantenido un contacto prolongado con esta carta y, precisamente como fruto de este conocimiento de las riquezas del texto, nacen estas meditaciones, testimonio de un amor apasionado a la Palabra reveladora de Dios. CARLO MARIA MARTINI, jesuita, nacido en Turín en 1927, fue arzobispo de Milán de 1980 a 2002 y elevado al cardenalato en 1983. Es una de las personalidades con más autoridad en la Iglesia, y su voz es escuchada también con atención por los no creyentes y los miembros de otras religiones. Entre sus últimas publicaciones en la Editorial Sal Terrae destacan: Las alas de la libertad / Pruebas y consolaciones del sacerdote / ¡Remad mar adentro! / Preguntas con respuesta: al servicio de la verdad.