Edgar Musgrave se reúne en un balneario con su hermanastro David. Allí coinciden con John Guest, un corredor de bolsa al que Edgar acusa de haberle estafado veinte mil dólares. Por su parte, David se enamora de la hija de Guest, al tiempo que este es forzado por Edgar a confesar por escrito su culpabilidad, ante la pasividad de David. Esta humillante confesión acarreará conflictos morales en todos ellos y condicionará dramáticamente sus decisiones