Esta obra está dirigida a los que se inician en la reflexión económica (sean economistas por vocación, filósofos o estudiosos de las ciencias sociales en general o ciudadanos militantes). Por otra parte es complementaria de las 20 tesis de política (Siglo XXI, 2006). La izquierda tradicional (no es ésta la posición de Marx mismo) tuvo frecuentemente un aposición un tanto economicista en la interpretación de los hechos sociales. El liberalismo en cambio cae en un cierto politicismo, despreciando lo económico o colocándolo como un campo independiente y secundario con respecto a la política. Estas tesis dan la posibilidad de articular el campo político (y sus sistemas) con el campo económico (y sus sistemas). No hay última instancia sino una espiral de determinaciones que por su parte son determinadas en círculo, en espiral. La teoría de la infra- y supra-estractura se sustituye por una rica y múltiple relación de campos y sistemas que constituyen una nueva interpretación de la antigua teoría. Kart Marx nos lo autoriza. Estas 16 tesis de economía política van dirigidas a una nueva generación de izquierda que desde 1989, año del derrumbe del socialismo real en Europa, ha quedado como desprovista de una teoría que sepa interpretar los acontecimientos de esta época de radical crisis de transformación. La primera parte no es sólo la descripción pedagógica del sistema de las categorías de la economía política de Marx, sino que dichas categorías son igualmente ordenadas en su génesis histórica (ya que en El capital, Marx suponía esas categorías en un orden lógico pero no histórico, excepto el capítulo de la acumulación originaria). Es objeto entonces de debate que pueda haber valor, plusvalor, capital, antes del capitalismo, o que las categorías deban nuevamente definirse al ser subsumidas en el sistema capitalista (cuando este sistema se sitúa como dominante en el campo económico de una nación o del mundo, como acontece actualmente). Además, en la segunda parte, se reflexiona sobre las alternativas al capitalismo que se vienen gestando en el presente ante nuestros ojos, que más que un proyecto o modelo alternativo son criterios, principios normativos y experiencias concretas que bajo la apariencia del caos van conformando, en la gran transición que vivimos, un sistema económico trans-capitalista, aspecto de una edad trans-moderna.