Basado en fuentes contemporáneas a los hechos que relata, Homero Aridjis ha escrito una de las novelas más ambiciosas de los últimos tiempos en nuestro idioma. La narración, que comienza en el verano del año de 1391, con el asalto a la judería de Sevilla, y concluye con el viaje de Colón a las Indias, en agosto de 1492, reúne en un mismo espacio literario la ficción y la historia del siglo XV español. Juan Cabezón, descendiente de conversos, da hilo a la historia, en busca de su amor perdido, Isabel de la Vega. En su persecución nos sumerge en la vida cotidiana de la época, al mismo tiempo que nos conduce con un recorrido inolvidable por diversos pueblos y ciudades medievales (Madrid, Toledo, Zaragoza, Ávila, Calatayud, Teruel, Trujillo, y muchos otros) trazando un verdadero mapa narrativo. Isabel de la Vega, la conversa de Ciudad Real que la Inquisición ha condenado a ser quemada viva, surge como uno de los personajes femeninos más fascinantes de la novelística hispanoamericana actual. Pero Meñique, el ciego mitad pícaro y mitad patético, se quedará para siempre en la mente del lector. El año decisivo es 1492, año en que los Reyes Católicos ganan la Guerra de Granada y firman el Edicto de Expulsión de los judíos de toda España, Cristóbal Colón descubre el Nuevo Mundo y Antonio de Nebrija publica la primera Gramática de la Lengua Castellana. En particular, Hornero Aridjis describe la Expulsión de los judíos de España con tal riqueza de detalle histórico que logra situarnos en vivo ante los dramas personales y colectivos que acaecieron por esta cruel medida. El pasaje, en el libro, alcanza verdaderas proporciones de éxodo. Esta novela es un mosaico único de la España de las tres religiones, donde a través del lenguaje próximo hasta donde es posible al espíritu del tiempo, pasan ante nuestros ojos actos de amor, autos de fe, procesiones de penitenciados, sucesos callejeros, escenas íntimas, alegrías secretas y terrores públicos.