Los teólogos desempeñaron un papel muy importante durante el desarrollo del Concilio Vaticano II (1962-1965), trabajando en equipo y en estrecha colaboración con los obispos. Esta apreciación vale de modo eminente para dos grandes teólogos católicos del siglo XX: Karl Rahner y Joseph Ratzinger. El pensador jesuita (1904-1984) era un teólogo maduro que frisaba los sesenta años de edad cuando llegó a la Roma conciliar, mientras que el actual papa Benedicto XVI contaba sólo treinta y cinco años. Durante las sesiones conciliares colaboraron en la elaboración de algunos documentos que representan los mejores frutos del Vaticano II: la colegialidad episcopal y la revelación divina. Quiere ello decir que la celebración del Concilio aproximó y puso en paralelo la vida y el pensamiento de estas dos grandes personalidades. Ésta es la óptica peculiar que adopta este libro, cuya intención primaria es la conmemoración del cuarto aniversario de su clausura (8 de diciembre de 1965). En su primera parte recoge lo que se pueden llamar las glosas de Karl Rahner sobre el Vaticano II; la segunda parte incluye una evocación de la obra conciliar de la mano de Joseph Ratzinger, teólogo, cardenal y papa. A una Iglesia que corre el riesgo de ser postconciliar sólo desde el punto de vista cronológico, hay que recordarle aquellos impulsos más hondos y las intenciones últimas que pueden ayudarla a inscribirse en los trances de nuestro tiempo. Tras las huellas del Concilio, las reflexiones de Rahner y de Ratzinger nos permiten adentrarnos en el tiempo postconciliar, años de crisis que han sido testigos del distanciamiento de estos dos teólogos alemanes que personifican, en cierto sentido, como en dos miniaturas histórico-teológicas, el examen de las tareas de la Iglesia en la sociedad moderna y un diverso enjuiciamiento de las formas de aplicación del Concilio a la renovación y aggiornamento de la Iglesia. En medio de estas palabras cruzadas, ambos coinciden en esta valoración de conjunto salida de la pluma de Rahner: Cierto que todavía pasará mucho tiempo hasta que la Iglesia, que ha sido agraciada por Dios con un Concilio Vaticano II, sea la Iglesia del Concilio Vaticano. SANTIAGO MADRIGAL (1960), jesuita, Profesor de Eclesiología y Decano de la Facultad de Teología en la Universidad Comillas (Madrid), es autor de La eclesiología de Juan de Ragusa, OP (1995), El proyecto eclesiológico de Juan de Segovia (2000), Estudios de eclesiología ignaciana (2002) Vaticano II: remembranza y actualización (2002) y Memoria del Concilio: diez evocaciones del Vaticano II (2005).