Sobre la base de un evidente conocimiento teológio e inspirado en su viva experiencia de fe y en una originalísima espiritualidad, el famoso teólogo de Friburgo, Karl Lehman, medita en alta voz acerca de la poderosa fuerza que se desprende del mensaje de la Cruz y la Resurrección de Jesucristo.Evidentemente, el simple optimismo naufraga cuando lo que está en juego es nada menos que el sentido mismo de la existencia humana.La esperanza cristiana se acredita precisamente porque asume el conflicto con la finitud, la culpa, el dolor y la muerte del hombre.La pasión y la resurrección de Jesucristo representan la inagotable plenitud de sentido del "Sí" absoluto de Dios a los hombres. La verdadera esperanza, sin embargo, adquiere su fuerza no sólo por el hecho de mirar al futuro, sino ante todo porque acepta objetivamente el presente.Por otra parte, el mensaje de la resurrección constituye el fundamento último de nuestro coraje para vencer la intolerancia, la dureza de corazón y el odio y, a pesar del sufrimiento y la incomprensión, tomar posesión del Bien, que tiene un solo nombre: Jesucristo.