«¿Qué se me da a mí que seáis casta con vos misma, puesto que se me da mucho(…) Si andáis siempre rostrituerta, enojada, celosa, pensativa, manirrota, dormilona, perezosa, pendenciera, gruñidora, con otras insolencias desta jaez, que bastan a consumir las vidas de 200 maridos?»
«Entre casados de honor,
cuando hay pleito descubierto,
más vale el peor concierto
que no el divorcio mejor»)