«Se ha subrayado que antiguamente se representaba al diablo sin rodillas, pues carece de la fuerza de Dios; no sabe amar: la incapacidad de arrodillarse aparece, por decirlo así como la esencia misma de lo diabólico».
(Card. Ratzinger)
«Se ha subrayado que antiguamente se representaba al diablo sin rodillas, pues carece de la fuerza de Dios; no sabe amar: la incapacidad de arrodillarse aparece, por decirlo así como la esencia misma de lo diabólico».
(Card. Ratzinger)