- Hija mía, quiero instruirte sobre la lucha espiritual.
- Nunca confíes en ti misma, sino que abandónate totalmente a Mi voluntad. En la soledad, en las tinieblas y en diferentes dudas recurre a Mí y a tu director espiritual, él te responderá en Mi nombre.
- No te pongas a discutir con ninguna tentación, enciérrate en Mi Corazón y, a la primera oportunidad, cuéntasela a tu confesor.
- Pon el amor propio en el último lugar para que no contamine tus acciones.
- Sopórtate a ti misma con gran paciencia.
- No descuides las mortificaciones interiores.
- Justifica siempre dentro de ti la opinión de los Superiores y del confesor.
- Aléjate de los murmuradores como de una peste.
- Después de sufrir un disgusto piensa en lo que podrías hacer por la persona que te ha hecho sufrir.
- Evita la disipación.
Mensaje de Misericordia de Jesucristo, confiado a Santa Faustina Kowalska.