«Hay quienes quieren ser humildes, pero sin ser despreciados; quieren contentarse con lo que tienen, pero sin padecer necesidad; ser castos, pero sin mortificar su cuerpo; ser pacientes, pero sin que nadie los ultraje. Cuando tratan de adquirir virtudes, pero rehúyen los trabajos que las virtudes llevan consigo, es como si desconociendo los combates en el campo de batalla, quisieran ganar la guerra en la ciudad».