“Todo pasa. Pasan pompas y vanidades. Pasa la nombradía como la oscuridad. Nada quedará a fin de cuentas de lo que hoy es la dulzura o el dolor de tus horas, su fatiga o su satisfacción. Una sola cosa, aprendiz, estudiante, hijo mío, una sola cosa te será contada, y es tu obra bien hecha”.
(Eugenio D’Ors, “Grandeza y servidumbre de la inteligencia”)