Con toda seguridad usted no invitaría señoritas de mala reputación a su casa (más aún teniendo a sus hijos adentro); ni a pervertidos; ni a gente con las ideas muy equivocadas; ni a asesinos en serie o psicópatas… Hablamos de redes sociales, de películas, de juegos, de páginas web, de chats…

No es por andar atemorizando pero en la red se encuentra de todo. Hasta los 14 años no se entiende libertad sino guiada; a partir de entonces (entiéndase la edad no estrictamente) debería ser «libertad acompañada».

Siempre, libertad responsable. En el primer caso el peso recae mucho más en los padres. En el segundo caso gradualmente menos en los padres.