“El hombre no agrada a Dios por sus méritos y sus virtudes, sino ante todo por la confianza sin límites que tiene en su misericordia”.
(Sta. Teresa de Lisieux, citado en “Tiempo para Dios” (de Jacques Philippe), p. 22)
“El hombre no agrada a Dios por sus méritos y sus virtudes, sino ante todo por la confianza sin límites que tiene en su misericordia”.
(Sta. Teresa de Lisieux, citado en “Tiempo para Dios” (de Jacques Philippe), p. 22)