El Lignum Crucis de Santo Toribio de Liébana es una reliquia cristiana conservada en el monasterio de Santo Toribio de Liébana, en el municipio español de Camaleño (Cantabria) y es considerado el pedazo de la cruz de Jesucristo más grande que se conserva.
La tradición la relaciona con el origen del monasterio, pero lo más verosímil es que fuese traída al mismo tiempo que los restos de Santo Toribio de Astorga, alrededor del siglo VIII. Según el P. Sandoval, cronista de la orden benedictina, esta reliquia corresponde al brazo izquierdo de la Santa Cruz, que Santa Elena (madre del emperador romano del siglo IV Constantino I) dejó en Jerusalén cuando descubrió las cruces de Cristo y los ladrones. Está cerrada y puesta en modo de Cruz, quedando entero el agujero sagrado donde clavaron la mano de Cristo.
La madera se encuentra, pues, dentro de un relicario en forma de cruz de plata dorada, con cabos flordelisados, de tradición gótica, realizada en un taller vallisoletano en 1679. Las medidas del leño santo son de 635 mm el palo vertical y 393 mm el travesaño, con un grosor de 40 mm, siendo así la reliquia más grande conservada de la cruz de Cristo, por delante de la que se custodia en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
Un análisis científico de la madera de este trozo determinó que la especie botánica de la madera es Cupressus sempervirens L. (ciprés), tratándose de una madera extraordinariamente vieja, con lo que no excluye la posibilidad de que dicha madera pueda alcanzar una edad superior al periodo de tiempo correspondiente a la era común. El mismo estudio especifica que Palestina se sitúa dentro del área geográfica de Cupressus sempervirens.