En tiempo de crisis, en el que se sabe que uno ha de tirar de inventiva se encuentran dos amigos en la calle.
C- Oye, Antonio, ¡Cuaaaaaánto tiempo!!!
A- Pues si un montón, Carlos.
C- ¿Qué haces ahora?
A- Pues desde que me echaron de la fábrica soy inventor.
C- ¿Inventor? ¡Qué interesante! y ¿qué cosas has inventado?
A- Pues un montón, he inventado la rueda, el teléfono, el motor, la Interné…
C- Eso es mentira: todo estaba inventado ya.
A- Pues eso: me lo he inventado.