VIRUTAS DE MADERA PRECIOSA:
«El sabio habla de las ideas, el inteligente de los hechos, el vulgar de lo que come». (Proverbio mongol)
El hijo pródigo
He aquí una versión moderna de la parábola del hijo pródigo.
Un chico le pide a su padre que le preste cierta cantidad de dinero y, al recibirlo, se marcha de casa. Cuando lo gasta todo, va a una iglesia, se confiesa de lo que ha hecho y pide ayuda.
El sacerdote le aconseja que vuelva al hogar. Y añade: Seguro que tu padre sacrificará un becerro cebado para festejar tu regreso.
El chico le hace caso y regresa a su casa. Un par de semanas después, durante una visita casual a la parroquia de donde era feligrés el «hijo pródigo», el sacerdote vio que éste salía de la iglesia y se acercó a él:
¡Bueno! le preguntó con gran interés , ¿mató tu padre el becerro cebado?
No respondió evasivo el pródigo , por poco me mata a mí.