TODOS LOS SANTOS.- SAN CURRANTE
Celebramos hoy a todos los santos sin altar, a la buena gente de a pie sin otro honor y otra gloria que haber sido honrados y leales en la vida cotidiana.
Los buenos vecinos, los buenos compañeros de trabajo, los paños de lágrimas, los amigos de confianza.
Tantos buenos creyentes de fe sencilla y recia.
Aquellas viejecitas que han sabido dar calor de madres y después fueron las abuelas de todos.
Aquellos que sintieron piedad y se les conmovieron las entrañas por unos y por otros.
Y ese oscuro militante que detrás de una sigla lucha por un mundo más justo.
El cristiano anónimo, para los hombres, que no para Dios.
Tantos y tantos hombres escondidos y eficaces que son como el fuego bajo las cenizas… nadie se pregunta quién es el que da calor, pero él no se cansa de ser ascua encendida.
Gracias a gente como ésta, a su débil e imprescindible cerilla de palo, Jesús sigue siendo la Luz del mundo.
Y nosotros apreciamos sus luces en la noche.