Subraya la importancia de especificar.
Dos semanas antes de las Primeras Comuniones, las madres se reúnen en los locales parroquiales. Las discusiones llevan ya varias semanas: unas son partidarias de ir con traje de marinero, otras vestidas de blanco; otras de fraile; en fin otras que no saben… El Párroco un poco harto les dice: – Ya está: se acabó. Que cada uno venga como quiera. Y vaya que sí: una niña se presentó a la comunión vestida de… ¡la abeja Maya!