Rectificar cuando te corrigen
- Pepe,
¿por qué no vas a una escuela de tartamudos?
¿Y papapara qué? Si si si tartatatamumumudeo bibibien.
- Federico,
que tienes la boca abierta.
Ya lo sé, si la he abierto yo.
Obediencia:
Escuchar y entender los mensajes
- Andrés,
recuerdos de Carlos.
Gracias.
Recuerdos de Carlos.
Gracias.
Recuerdos de Carlos.
Ya vale, ¿no?
Es que me dio muchos recuerdos para
ti.
Desde esos pinos hasta aquellos montes, toda la finca es mía. Tardo en
recorrerla en coche 8 horas.
Yo también tengo un coche igual.
Los
abogados ociosos tienden a convertirse en políticos, por lo que mantener a
los abogados ocupados tiene cierto valor social.
–
Silberschatz Galvin