Cómo tener un mal día L
Levántese tarde. Apresúrese a estar listo. No se duche. No haga ninguna reflexión espiritual. Focalice su atención en todos los fallos. No sonría nunca. Piense negativamente, critique, culpe, condene. Compórtese egoístamente y sea poco amable. Vea su trabajo como un mal necesario. Refunfuñe todo el día. No se olvide de regañar. Fume mucho. Sea fuerte: guárdelo todo para sí. No comunique a nadie sus sentimientos y pensamientos. Interiorice en estrés. No tenga momentos de descanso ni relajación: siempre deprisa. Compárese mucho con los demás y no se perdone los propios errores. Eche pestes, quéjese, enfádese con alguna frecuencia. Preocúpese mucho de lo que hará mañana. Cene copiosamente.
Cómo tener un buen día J
Despierte temprano. No se apresure: respire despacio y profundamente. Vístase bien. Establezca metas claras y realistas para el día. Salude a todo el mundo. Sonría mucho. Felicite cuando sea apropiado. Escuche más y hable menos. Procure aportar puntos de vista positivos. Considere el día de hoy como una experiencia de aprendizaje positiva. Viva intensamente el presente, poniendo los cinco sentidos en cada cosa que haga. Haga las cosas lo mejor posible sin dejarse llevar por el afán de ser el mejor. Ayude a los demás a desarrollar lo mejor de sí mismos. Planifique un tiempo para relajarse. Aparte de sí todos los sentimientos negativos. Revise sus realizaciones al finalizar el día. Cene como un pobre.